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Esta obra nace como continuación de otra anterior, denominada “BICITREN”, en la que se describían veintiún recorridos para bicicleta de montaña, cuyo inicio y final coincidían con estaciones de tren. La idea de su concepción fue la unión del tren y la bicicleta, dos vehículos ecológicos que posibilitan, a la mayor parte de aficionados, la realización de un deporte ecológico en contacto con la naturaleza. En esta ocasión los recorridos que predominan poseen mayor longitud y dificultad que en la primera parte, a la vez que nos alejamos de la capital, para adentrarnos en las provincias limítrofes. Pero la particularidad de algunos recorridos es la posible división en etapas por separado, acortando la distancia y posibilitando su realización a la mayoría de aficionados. Pero también se ha tenido en cuenta la utilización del coche como vehículo alternativo para aquellos aficionados que deseen acortar los trazados o que no dispongan de estaciones cercanas a su domicilio, complementando tren y coche pero manteniendo siempre el predominio del primero por su carácter ecológico. Con estos condicionantes como objetivos, los recorridos que conforman la obra pueden catalogarse en tres tipos:
En lo que respecta al estado del terreno por el que se circula, hay que hacer constar la utilización prioritaria de los caminos de tierra pero, en ocasiones, no hay más remedio que utilizar las carreteras, calles asfaltadas o paso por poblaciones para retomar nuestro trazado, por lo que habremos de ser precavidos al respecto, tomando las medidas de precaución correspondientes. En ciertas ocasiones, los caminos pudieran estar erosionados por el agua o el paso de vehículos, con el consiguiente deterioro, lo que ofrece una dificultad añadida. En tales casos, debemos tener claro dónde está nuestro límite, descendiendo de la bicicleta, si fuera necesario, siendo más aconsejable la realización de estos tramos a pié antes que arriesgarnos a una caída que pudiera tener graves resultados para nuestra integridad física. Debemos contar, siempre, con la prudencia como compañera habitual de viaje para disfrutar al máximo, y con seguridad, de nuestro deporte. Otro apartado es el de las puertas. Por desgracia, el campo se está convirtiendo, cada vez más, en una proliferación de vallas que nos impiden su utilización. Por este motivo ciertos recorridos han sufrido variaciones a lo largo del tiempo. En otros casos, es habitual el paso por fincas o espacios abiertos al público, que se encuentran cercados para que el ganado que pasta en su interior no se escape. En estos casos, es necesario que tengamos presente que las puertas por las que pasemos, por muy “rústicas” que sean, siempre deberán dejarse cerradas. Es el requisito que se nos exige para poder circular por el interior de estos espacios, un tributo bastante asequible que no nos reportará especiales esfuerzos, lo que ayudará a que nuestro paso por estos lugares sea lo más imperceptible posible. Por último, hay que hacer constar los lugares de obtención de agua como principal elemento a utilizar en nuestros recorridos. Se indicarán la mayoría de las fuentes por las que pasemos, o los lugares de avituallamiento de líquido, pero en ciertos casos habrá que contar con la escasez de este elemento, sobretodo en épocas veraniegas, por lo que será recomendable disponer, siempre, con líquido suficiente, mediante la utilización de elementos existentes en el mercado para poder transportar mayor cantidad de líquido. En aquellos recorridos que lo requieran, se recomendará una mayor aportación de este elemento. Teniendo en cuenta los condicionantes anteriores, podremos realizar todos los recorridos que se describen con una mayor seguridad, lo que redundará en un disfrute añadido de los mismos. |
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Este entorno emblemático está situado cerca de la capital y es un lugar conocido por gran parte de los madrileños. De un tiempo a esta parte, se trabaja en la mejora de este espacio natural y todos los aficionados a la bicicleta esperamos que, en un futuro, sea eliminada la circulación motorizada por completo. De esta forma desaparecerán ciertas “actividades” poco recomendadas en este entorno. Dada la multitud de caminos y senderos existentes, el recorrido que se propone discurre por la zona perimetral y por un circuito para bicicletas existente. Para discurrir por zonas con la menor cantidad de tráfico motorizado, se inicia el trayecto en la estación de tren de Aravaca, donde existe también un gran aparcamiento para coches. Además, de esta estación parte el tren ligero que llega hasta Boadilla del Monte. Poco después de salir de la estación, se entra en la zona acotada junto a la vía del tren, para iniciar un recorrido junto a la Carretera de Castilla hasta la M-30. Posteriormente, se inicia una subida, que atraviesa por completo la zona hasta llegar a la valla de Somosaguas, donde se contacta con el circuito para bicicletas mencionado. Discurrimos por éste hasta llegar al gran lago que dará el toque de frescor a nuestro recorrido y regresaremos hasta el punto de entrad, para volver a la estación donde se inició del itinerario. Existen multitud de fuentes a lo largo del trazado, por lo que este elemento no será determinante. Además, se han escogido caminos anchos y en buen estado, por lo que es recomendable para la mayoría de aficionados e ideal como punto de partida para posteriores rutas más exigentes. Estoy seguro que, después de comprobar el excelente estado de la zona y la multitud de caminos que pueden escogerse, volveréis para realizar otros diferentes en los que podréis ser vuestros propios guías, disfrutando de las maravillas de este espacio natural y sabiendo que no existe posibilidad de pérdida ya que, en todo momento, os encontraréis rodeados de personas que, como nosotros, disfrutan de él de manera más o menos deportiva. |
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Este espacio natural, del que ya hicimos mención en la primera parte de la obra, ha sido rescatado de las manos privadas por el Ayuntamiento de Majadahonda para el disfrute de todos, y se está trabajando mucho y bien para el buen estado del mismo y disfrute de los ciudadanos. Desgraciadamente, no puede decirse lo mismo de la zona perteneciente a Pozuelo de Alarcón, que ya fue descrita en la obra anterior, algo que podremos comprobar si tenemos la oportunidad de recorrerlo. Esta zona de especial protección, es una escisión del Monte del Pardo que fue en su día “seccionada” por la N-VI y las urbanizaciones de La Florida y El Plantío, manteniendo una vegetación análoga a éste. La zona en cuestión, está gestionada por un Patronato que se está preocupando por una regeneración natural. Así pues, se mantiene una zona donde se cría ganado ovino, que durante el verano hace labores de cortafuegos natural. Del mismo modo, se ha construido una zona para recuperación de fauna salvaje así como una senda natural donde se detalla distinta flora autóctona de la zona. Además, podréis comprobar, si os animáis a realizar este recorrido, que se continúan realizando trabajos de poda y mejora de la zona, así como vigilancia de ésta las veinticuatro horas del día, permaneciendo cerrada por las noches. Tan sólo existe circulación motorizada por las pistas de asfalto existentes, para el acceso a los núcleos privados que hay en su interior. Su cercanía a la estación de Majadahonda la convierte en un lugar idóneo para el inicio de nuestro recorrido. A la entrada, junto a una caseta de madera donde se controla la entrada a los vehículos, existe un mapa de la zona con un circuito diseñado para bicicletas y una normativa de obligado cumplimiento, para mantener el buen estado de este entorno. Después de realizado este primer trazado, cuyo punto de mayor altura se encuentra junto al Palacio del Coto donde existe un bonito mirador y una torreta de vigilancia de incendios, regresamos al punto de partida. Desde aquí, se propone otro circuito para complementar al anterior y circular por zonas de gran belleza por las que no se pudo transitar en el primero para trasladarnos hasta el punto de origen, junto a la estación de tren. Los caminos, aunque se encuentran en buen estado, poseen tramos de roderas y raíces a las que debemos prestar atención. En lo que respecta al agua, decir que no es posible encontrar puntos de avituallamiento en su interior, algo que sería recomendable y que seguro será remediado en un futuro, máxime cuando circulamos junto a depósitos de agua del CYII y de pozos subterráneos. |
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Este Canal tiene su inicio en la Presa del Gasco, situada en el cauce del río Guadarrama junto al límite de los municipios de Torrelodones y Las Rozas. Aunque hoy se encuentra en ruinas, cuenta con una historia muy singular. En el reinado de Fernando VII, se pensó en dotar a la capital del reino, Madrid, con una salida navegable al mar, como casi todas las capitales europeas. Para ello se contrató, ya en el reinado de Carlos III, al ingeniero Carlos Lemaur para la realización de la faraónica obra. El proyecto consistía en la construcción de un canal que, partiendo de una presa situada sobre el río Guadarrama, transportara suficiente caudal de agua hasta el río Manzanares, con la intención de hacerle navegable. Éste, a su vez, contactaría con el río Henares y, posteriormente, con el Jarama hasta Aranjuez, donde desembocaría en el río Tajo. Más tarde, atravesaría Castilla La Mancha y Sierra Morena, uniendo los caudales de los ríos hasta llegar al Guadalquivir, en Sevilla, donde tendría la salida al mar. En total, 771 metros de recorrido, salvando un desnivel de 800 metros. Todavía hoy son visibles algunos tramos del canal, que son por los que circularemos. En concreto, desde la carretera de La Coruña hasta la presa, ya que el resto del trazado ha sido destruido. Algún tramo más puede observarse en la zona de la Dehesa de Navalcarbón, por la que circularemos en la parte final. El trazado comienza en la estación de Las Matas, junto a la N-VI. En seguida se contacta con los restos del Canal, circulando por el interior del mismo aunque, en ciertos momentos, debemos salir pues el agua y la vegetación lo hacen obligatorio, sobretodo en época de lluvias. A la derecha puede observarse la Casa de Panarrás y la del Enebrillo. A la izquierda la urbanización Molino de la Hoz. Antes de llegar a la presa, subiremos a la Casa de la Isabela, hoy en ruinas, donde obtendremos unas excelentes vistas de la presa y su entorno. Accedemos, por fin, a nuestro objetivo para observar la magnitud de la obra, aún sin finalizarse (debemos tener cuidado si decidimos llegar hasta el dique de la presa, por ser un tramo de cierto peligro). Se circula por ciertas zonas donde la vegetación es abundante, por lo que existe la posibilidad de tener que descender de nuestro vehículo en alguna ocasión, pero merece la pena la realización de este recorrido para descubrir un trazado que, a pesar de los años, sigue oculto entre rocas y maleza. |
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El embalse de Valmayor es, aparte del más cercano a la capital, el de mayor importancia para el abastecimiento de agua de nuestra Comunidad. Tiene una capacidad de 124 Hm³ y una superficie máxima de 755 Ha. Realmente, es el segundo en capacidad, después del Atazar, pero el hecho de estar conectado con el de Picadas, le otorga una mayor relevancia. El principal acuífero del que recibe el agua es el río Aulencia. La presa, de tipo escollera (triangular), tiene una altura de 60 m, una longitud de 1215 m y una anchura, en la parte superior, de 9 m. Desde éste, parte el Canal de Valmayor, que abastece a las principales poblaciones del oeste y sur de nuestra Comunidad. El trazado tiene su origen y final en la estación de Las Zorreras, de la línea C-8a de Cercanías. El primer tramo discurrirá junto a la vía férrea, continuando hasta el final de la urbanización de Los Arroyos. A partir de este punto, contactamos con el arroyo Ladrón, donde se visualizan los embalses de Las Lagunas I y II. Posteriormente llegamos hasta el embalse de Los Arroyos, situado junto al de Valmayor. Efectuamos el recorrido, por su zona perimetral, en sentido contrario a las agujas del reloj, pasando bajo la carretera del Escorial, que es la única que atraviesa este embalse, para atravesar el río Aulencia. Poco después, nos desviamos para conocer la ermita de Valmayor, donde se recomienda realizar una parada. Continuamos atravesando las urbanizaciones de La Pizarrera y El Paraíso, para llegar hasta la cola del embalse, donde está situada la conducción que proviene del embalse de Picadas. Debemos tener precaución al escoger la época en la que realicemos el recorrido pues, al estar rodeado de fincas privadas, cuando esté crecido al máximo, nuestro camino puede que se estrangule hasta el punto que nos sea difícil su seguimiento, sobretodo en la zona donde confluye el río Aulencia, la más conflictiva. El desnivel acumulado es mínimo, ya que circulamos alrededor del embalse que se encuentra a 830 metros de altura. Con respecto al agua, aunque la estemos viendo en todo momento, será difícil abastecernos de ésta, pues sólo existen dos puntos, situados en ambas ermitas por las que pasamos, además del paso por Colmenarejo, si tomamos el recorrido alternativo. |
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El Monte de Abantos es, junto al Valle de La Fuenfría, uno de los lugares más emblemáticos para muchos aficionados al ciclismo de montaña. En la obra anterior, subimos hasta el Puerto de Malagón, pero sin llegar al Pico de Abantos propiamente dicho. En esta ocasión, realizamos un recorrido por los alrededores de esta cima y, si la climatología acompaña, podremos observar gran parte de la Sierra de Guadarrama y los valles circundantes. El Monasterio, como emblema de la zona, estará presente en gran parte del trazado como referencia importante, aunque nos centremos más en aspectos naturales o medioambientales. La subida hasta el puerto de Malagón se hace imprescindible, ya que es el único acceso para llegar a los lugares situados junto a la cumbre. En nuestro caso, se utilizará un acceso con restricción de vehículos durante la primera parte de la ascensión. El trazado nos ofrece posibilidades de acortarlo o realizarlo por partes, si no se tienen las fuerzas necesarias para acortarlo. No obstante, se darán instrucciones, en todo momento, por si se deseara regresar a la estación de origen. Una vez que alcanzado el puerto de Malagón, tomamos la carretera que conduce a Peguerinos para, pasados unos metros, desviarnos a la derecha por una pista de tierra con barrera. Se trata del acceso a la caseta del guarda forestal. Debido a lo empinado del terreno, será necesario realizar el último tramo a pie para llegar a nuestro objetivo, el Pico de Abantos. Las vistas desde este lugar son espectaculares. Junto a la cruz, existe una estación meteorológica con un gran panel visible desde nuestra salida. Éste, tiene como objetivo de dirigir hacia Madrid las transmisiones provenientes del Centro de Datos del Ministerio del Interior, que está situado más abajo junto al Hospital. Una vez nos hayamos deleitado con las extraordinarias vistas seguimos el camino junto al muro de piedra del Valle de Los Caídos. Pasados unos metros, en el límite provincial de Madrid y Ávila nos separamos por un camino que nos llevará, de nuevo, a la carretera de Peguerinos, a la altura del Puerto de San Juan de Malagón. Regresamos hasta el Puerto de Malagón, donde iniciamos el descenso. En una curva cerrada, junto a la zona denominada Los Llanillos, tomamos un sinuoso sendero entre el pinar denominado “del caracol”. De nuevo en la carretera de acceso al puerto, a la altura del embalse del Romeral, continúa nuestro descenso hasta La Herrería, para rodear el Monasterio y concluir en la estación de origen. En lo referente al estado del terreno decir que, salvo el comentado acceso a la cima de Abantos que deberemos hacer a pie, el resto se realiza por pistas de asfalto o de tierra en buen estado. En lo que respecta al agua, no debemos preocuparnos, ya que contamos con varias fuentes distribuidas a lo largo del trazado. |
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Cueva Valiente es el pico de mayor altitud de la Sierra de Malagón, con 1.903 metros. Se encuentra situado en la provincia de Ávila, aunque es compartido con la de Segovia, dado que su cara norte vierte hacia la localidad de San Rafael. Decir Cueva Valiente, entre los aficionados al ciclismo de montaña, significa sufrimiento, tesón y fuerza. Estos calificativos carecerán, en gran parte, de sentido, dado que la ascensión la realizamos por el “lado fácil”, mientras que si efectuáramos el recorrido en sentido contrario, la dificultad aumentaría considerablemente. Comenzaremos el itinerario en el apeadero de Gudillos (se indicará la realización del tramo desde la estación de San Rafael a Gudillos porque no todos los trenes tienen parada en ésta). El inicio de la ascensión coincide con el trazado de la Cañada Real Leonesa Oriental, que se dirige hacia el Collado del Hornillo. Circulamos entre la abundante vegetación de pinos y helechos que darán algo de frescor al trazado, sobre todo si lo realizamos en la época más calurosa. Se utilizan pequeños senderos de montaña donde, en ocasiones, tendremos que bajar de la bicicleta, hasta contactar con una amplia pista forestal, que tomamos en subida. Llegamos al Collado del Hornillo, lugar de parada obligatoria para reponer fuerzas. Desde este punto salen varios caminos, incluso pasa la pista asfaltada que va desde el Puerto de Los Leones hacia Peguerinos. Escogemos el camino que sube, con fuerte pendiente, a nuestra derecha. Luego se transforma en un bonito sendero que rodea el pico situado junto a nuestro objetivo. Al culminar el ascenso, vemos un refugio de piedra con un vértice geodésico. Podremos deleitarnos con las vistas de Segovia y Ávila que pueden observarse desde este lugar y comenzaremos el descenso por la pista a la que accedimos en la subida. Hay que tener precaución por la inclinación de ésta y su lamentable estado (imaginaros como puede ser la dureza de la subida por este lugar, con pendientes que exceden el 20% de desnivel). Terminado este tramo de descenso llegamos al Collado de la Gargantilla, junto a una pista forestal de tierra que tomamos a la izquierda. Desde este punto, y opcionalmente, iniciaremos un pequeño circuito por las praderas de los montes de Peguerinos, hasta alcanzar el embalse del mismo nombre, indicado para aquellos aficionados que dispongan de las fuerzas necesarias. De nuevo en este punto, comenzamos el descenso hacia San Rafael por un sendero de montaña con gran cantidad de piedras sueltas. A los pocos metros nos desviaremos hacia una fuente para descansar y avituallarnos, continuando nuestro empinado descenso. Contactamos con la pista asfaltada que comunica San Rafael y El Espinar, tomándola a la derecha. Al llegar a la N-VI la cruzamos para contactar con otra pista, que seguimos a la izquierda, llegando a la estación de San Rafael, donde daremos por finalizado el recorrido. |
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Este valle, aunque poco conocido por encontrarse en el interior de la Sierra de Guadarrama y en la zona perteneciente a Segovia, tiene múltiples características que le confieren una belleza singular. Estoy seguro que, a medida que lo recorráis, os producirá agradables sensaciones y deseos de volver a realizarlo. Tiene el inconveniente que, por motivos de seguridad, permanece cerrado al público durante la campaña de incendios, es decir, durante los meses de julio, agosto y septiembre, pero es recomendable su utilización durante el resto del año, a excepción de momentos de gran acumulación de nieve durante la época invernal. Está rodeado por Montón de Trigo y la cadena montañosa de Mujer Muerta, en la vertiente segoviana, y Cerro Minguete, Peña Bercial, Peña del Águila y La Peñota, en la vertiente madrileña. El nombre lo toma del Río Moros, que lo atraviesa formando los embalses de El Espinar (pequeño) y Tabladillas (más grande). El acceso en coche se realiza desde la estación de El Espinar, pasando por la zona denominada La Panera, que posee unas piscinas naturales para esparcimiento en la época veraniega. En nuestro caso, utilizaremos el tren que pasa por Cercedilla (línea 8b de Cercanías) hasta el apeadero de Gudillos, por ser el más cercano. Como no todos los trenes tienen parada en éste, se darán las instrucciones necesarias para iniciarlo en la estación de San Rafael, como realizamos en el recorrido anterior. Si deseamos llegar en coche, podemos dejarlo en el aparcamiento de Cercedilla y tomar el tren o subir hasta el Puerto de Los Leones (recorrido nº 24) para descender algo más de un kilómetro y, junto a las ruinas de una casa, tomar una pista forestal que nos llevará hasta la entrada al valle. Con respecto al estado del terreno, decir que se utilizan, en todo momento, pistas forestales en excelente estado y que el agua no será problema al existir varias fuentes en el trayecto. Otros datos como desnivel acumulado y porcentajes son accesibles, considerándose un excelente lugar para excursiones familiares, sobre todo si se sigue el trazado propuesto ya que, en sentido contrario posee mayor dificultad. La conclusión se realiza en la estación de El Espinar, aunque se darán instrucciones para llegar a San Rafael, además de un itinerario complementario para recorrer el valle por completo con algún kilómetro más de trayecto. |
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El Valle de Valsaín está situado en la provincia de Segovia y es equidistante al de La Fuenfría, respecto a la Sierra de Guadarrama. El recorrido entraña una alta dificultad debido a la longitud y desnivel acumulado, pero se detallará una ruta alternativa que lo divide en dos etapas. El comienzo y final se sitúan en la estación de Cercedilla. En la primera parte, se sube hasta el puerto de La Fuenfría, descrito ya en la primera obra. Para el descenso hacia el Valle de Valsaín, se utiliza la Calzada Romana y, al llegar a la Fuente de La Reina, iniciaremos un recorrido circular para, posteriormente, llegar de nuevo a este punto. Descendemos por la vertiente segoviana de Siete Picos hasta contactar con la carretera que se dirige a la Granja de san Ildefonso. Tomamos ésta, durante unos metros, en dirección al Puerto de Navacerrada, para desviarnos por la primera pista que sale a la izquierda, tras una barrera. Es estrecha y de asfalto deteriorado y no debemos desviarnos por ninguna de las pistas que salen a la derecha. En un pequeño claro del pinar, sale un camino de tierra a la derecha. Se trata del acceso al Puerto de Cotos, al que podemos llegar para concluir la primera etapa de nuestro recorrido, saliendo posteriormente de este mismo punto en otra etapa posterior. Nuestro estrecho camino de asfalto, con tramos de cierta dureza, faldea por las estriberías de Dos Hermanas y Peñalara. El paisaje es espectacular y, a la abundancia de pinos, hay que añadir los helechos que se extienden cubriendo el suelo de un manto verde intenso. Se comienza a descender y los robles van tomando el lugar de los pinos en el paisaje. Atravesada la población, se toma el camino del cementerio, que asciende hasta la Cruz de La Gallega donde hay un cruce de caminos. Continuamos ascendiendo, para atravesar la calzada Romana y contactar, de nuevo, con la Fuente de La Reina, prosiguiendo la subida hasta el Puerto de La Fuenfría. Desde aquí, podemos descender por la pista recorrida al inicio o continuar por la derecha, hasta el Collado de Marichiva, para realizar un descenso más directo pero con algún tramo “trialero”, que pueden disfrutar los más valientes. Este tramo sólo es recomendable para aquellos que tengan gran dominio de la bicicleta. Los caminos utilizados durante el itinerario se encuentran en buen estado y sólo el tramo de acceso al Puerto de Cotos pudiera contar con un piso algo más complicado. Respecto al agua no habrá problema, pues se describirán varias fuentes a lo largo del itinerario. |
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El Valle de La Jarosa ha sido uno de los lugares más utilizados para el ciclismo de montaña. Su situación, colindante con el Valle de los Caídos, así como su coqueto embalse, le confieren un encanto especial que termina por atraer al que lo visita. Es conocida su pista circular, que ofrece distintas perspectivas del valle, y cuya dureza se compensa con la belleza del entorno. Su denominación se debe a la cantidad de jara y piorno que se mezcla con los extensos montes de pino resinero, que le otorga un atractivo añadido en momentos de floración. Para evitar la realización de varios kilómetros de ascensión y recorrer más espacio, se inicia el recorrido en la estación de Tablada, que es la que se encuentra situada a mayor altura de la Comunidad de Madrid (como no todos los trenes realizan parada en esta estación, será necesario consultar los horarios). También podemos iniciar el recorrido en la estación de Cercedilla y seguir el trayecto hasta el Puerto de los Leones (recorrido nº 24). Salimos de la estación por el acceso asfaltado que asciende hasta contactar con la N-VI. Al llegar a ésta, con precaución, la tomamos unos metros en bajada, para desviarnos, a la derecha, por una calle de urbanización, junto al restaurante Tere). Al final de la calle, pasamos una barrera para adentrarnos en el valle. Comienza la ascensión hasta llegar a una bifurcación de caminos. Escogemos el que sube, aunque debemos bajar durante unos metros de la bicicleta debido a la cantidad de piedras sueltas, hasta llegar a la fuente de Los Trampales. A la izquierda, sale una pista con barrera que es la que tomamos. Después de un largo y peligroso descenso, se contacta con la pista circular del valle, que se conoce por tener mejor piso (aunque de gravilla). Circulamos por ésta a la derecha para, metros después, tomar un desvío a la izquierda por otro camino que asciende. Este atajo nos transporta, de nuevo, hasta la pista central, pero cerca de la zona recreativa situada junto al embalse. Por otro camino, que converge con el nuestro, comenzamos de nuevo a subir hasta llegar ,otra vez, a la pista de gravilla para descender con precaución. Después de un par de curvas peligrosas se toma un camino a la derecha, en una señal de peligro de incendios. Comenzamos a subir junto al muro del Valle de Los Caídos para, lal llegar a un collado, descender hasta la carretera de Guadarrama al Escorial. Desde aquí, con precaución, nos dirigimos a la estación de Alpedrete donde finalizaremos el recorrido por este valle. Casi todos los caminos utilizados están en perfecto estado y por el agua no debemos preocuparnos, porque se indicarán varias fuentes en el transcurso del trazado. |
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La Ermita de Navahonda, se encuentra situada a los pies del Monte de la Almenara, en un paraje entre encinas y multitud de formaciones graníticas, al suroeste del término de Robledo de Chavela, y a poca distancia de las Instalaciones de Seguimiento Espacial que posee la NASA en esta localidad. Enclavada en un paraje natural de gran belleza, la Virgen de Navahonda descansa durante todo el año en su Ermita, salvo dos semanas que reside en el pueblo. El “Domingo de La Ascensión" los fieles hacen el camino para llevarla a la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, donde permanece dos semanas. El "Día de Pentecostés", tiene lugar, en Robledo, la fiesta grande de la Virgen; y una semana después, el “Domingo de la Trinidad", se celebra La Romería y se deshace el camino con la imagen a hombros de los cofrades, para trasladarla de nuevo a su Ermita. Del porqué de una situación tan alejada y difícil respecto a Robledo existen dos versiones: una indica que es el lugar donde fue encontrada la imagen por un pastor y la otra que era la iglesia de un poblado medieval llamado Navahonda. El hecho de que, bajo la imagen de la Virgen se vean tres niños, se debe a un milagro que se le atribuye, al concedérselos a una devota que no podía concebir. Se puede ampliar la información sobre los orígenes y datos en la web del Ayuntamiento de Robledo de Chavela: www.espaciorobledo.com. Se indicará un tramo de acceso hasta la estación del Escorial, debido a la escasa parada de trenes en la estación de Zarzalejo. Estación de Zarzalejo, en la línea C-8 de Cercanías de Renfe, y posterior a la de El Escorial (hay que tener presentes los horarios debido a la escasa frecuencia de paradas en ella). El primer tramo transita entre senderos de vallado artesanal donde sólo el ganado será nuestro “compañero”. Cruzada la carretera M-532, se contacta con una ancha vía pecuaria, el Cordel del Puente de San Juan, que seguimos hasta Fresnedillas, para tomar la carretera M-521 hacia la Dehesa de Fuentelámpara, donde se contacta con el Camino de la Ruta de la Dehesa, primero, y de Zarzalejo a San Martín de Valdeiglesias, después, llegando a la M-531. Cerca de la estación de satélites de la NASA vemos el acceso a la ermita, donde realizamos la obligada parada.Hay dos alternativas de regreso: una, regresando por el camino de ida o continuar por el Camino de Navahonda, utilizado en la romería de Robledo de Chavela. Es un estrecho camino, situado tras la ermita, que asciende con algún tramo complicado hasta el Alto de Navahonda, para descender hasta Robledo por un trialero, pero bonito, sendero (hay que imaginarse cómo debe ser de dura la romería realizada desde esta población). Se pasa por la ermita de San Antonio y, al llegar a la carretera M-521 contactamos con el camino de para llegar a Zarzalejo. No se recomienda la realización durante la época estival, por ser una zona muy calurosa. Se propone como épocas ideales la primavera o el otoño, aunque en invierno también será posible, sobre todo en momentos en los que no haya nieve. |
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Este paso entre tierras segovianas y madrileñas fue, antaño, muy utilizado por caminantes. Posteriormente, se sustituyó por el Puerto del Reventón y en la actualidad ambos se han perdido como paso de la sierra. Pero, desde hace décadas, a los vecinos de Alameda del Valle, Oteruelo y otros pueblos limítrofes, por el lado madrileño, así como de Sotosalbos y Torrecaballeros, por el lado segoviano, les sirve como símbolo de unión, juntándose en este punto en una romería que se celebra en agosto. La ruta pretende que este puerto no caiga en el olvido y vuelva a ser reutilizado, al menos para vehículos como los nuestros. También nos dará oportunidad de conocer el Valle de Rascafría y la cara segoviana de la Sierra de Guadarrama. Se trata de una marcha larga y dura pero que, a su conclusión, nos reportará la satisfacción de conocer lugares de los que no habíamos oído hablar. Se comienza en la estación de Cotos, de la línea C-9 de Cercanías, con las consiguientes restricciones para transporte de bicicletas que habrá que consultar previamente. La primera parte será por la carretera de Rascafría, durante tres kilómetros, tomando una pista forestal que desciende hasta el río de la Angostura, y contactar de nuevo con la carretera que dejamos anteriormente. Una vez cruzada, se sigue otra que pasa junto al Monumento al Guarda Forestal (donde las vistas del valle son espectaculares), y al que tan agradecidos tenemos que estar los amantes de la montaña. Más adelante, tras otra barrera, se accede a otra que comienza a subir faldeando por los picos de Los Neveros, Reventón y Flecha. Tras varios kilómetros de subir y bajar pasamos junto a una cerca de madera para guardar ganado (al terminar ésta hay un puesto de vigilancia de incendios). A la izquierda, sale un camino en subida por el que continuamos. La pista que llevábamos comienza el descenso hacia Rascafría. Se asciende de manera más pronunciada hasta contactar con otra que viene del Collado de La Flecha. A partir de aquí, se continúa por un camino que sube hasta el puerto. Una vez alcanzado el objetivo, podremos divisar ambas Comunidades. Descendemos unos metros por el lado segoviano, por un tramo de piedras sueltas, hasta llegar a un arroyo con una choza a modo de refugio. Éste es el punto de unión de la romería de los pueblos, al resguardo del viento que siempre sopla en esta zona. Después de realizar la obligada parada y repostar las fuerzas perdidas descendemos por el camino en mal estado y con multitud de piedras sueltas, hasta contactar con una pista que nos cruza. La seguimos, para volver a faldear los mismos picos anteriores por el lado segoviano. Después de un continuo sube y baja, se contacta con una barrera. Entramos en los terrenos pertenecientes a La Granja de San Ildefonso, llegando hasta el polideportivo y contactando con la carretera hacia Segovia. Pasado el embalse de Pontón Alto (donde podemos hacer una parada para refrescar nuestros doloridos pies), se toma un carril bici paralelo a la carretera que concluye a la entrada de la ciudad. Sólo nos resta dirigirnos a la estación de tren para concluir nuestro largo recorrido. El estado del terreno de los caminos utilizados es, en general, bueno. Tan sólo existe un tramo en mal estado, el mencionado del puerto de Malagosto. Respecto al agua, existen varias fuentes distribuidas a lo largo del trazado, no existiendo problema es este aspecto. Se indicará un camino alternativo, al llegar a La Granja, para contactar con el recorrido del Valle de Valsaín y regresar a Cotos, por si hemos acudido hasta este punto en coche. |
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En este recorrido, vamos a realizar un trazado a lo largo del cauce del río Jarama, que discurre paralelo a las pistas del Aeropuerto de Barajas. En un determinado punto, se cruza la N-I, para tomar la valla del Coto de Viñuelas y concluir en la estación del Goloso, o de Tres Cantos, según se prefiera. El punto de partida se sitúa en la estación de San Fernando de Henares. Nada más pasar sobre la N-II, se toma una vía pecuaria a la derecha que discurre entre la valla del aeropuerto y el propio río Jarama. A la altura de la depuradora de Valdebebas, a la derecha, está Paracuellos del Jarama, en lo alto de los acantilados, mientras pasamos bajo la M-111. A la izquierda, podremos admirar el despegue de los continuos aviones que utilizan el citado aeropuerto. A la conclusión de las pistas, pasamos bajo la M-50 y, algunos metros más adelante, cruzamos el arroyo Viñuelas, que se incorpora al Jarama, donde existe un atajo por las localidades de San Sebastián de los Reyes y Alcobendas. A los pocos metros, y una vez cruzada la M-100, se abandona el cauce del río para pasar bajo la N-I y llegar hasta el vértice de Valdelamasa, donde se contacta con la valla del Coto de Viñuelas. Esta es una zona muy transitada por multitud de aficionados que recorren el perímetro de esta zona acotada. Al llegar a la entrada del Castillo de Viñuelas se contacta con una depuradora del CYII, donde aparece un carril bici que nos transporta hasta la carretera de Colmenar. La atravesamos, por una pasarela peatonal, para tomar el carril bici que discurre paralelo a ésta. En este punto, a la derecha, puede accederse a la estación de Tres Cantos en unos dos kilómetros. En nuestro caso, seguimos el carril bici a la izquierda hasta la estación de El Goloso, donde daremos por finalizado el recorrido. El estado de los caminos es bueno en líneas generales y sólo habrá que tener precaución con el barro en las épocas de lluvia, así como algún que otro repecho con pendiente elevada. Respecto al agua, será difícil poder avituallarnos en el trazado, por lo que debemos ser precavidos al respecto. |
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El recorrido que se propone, pretende reivindicar que el tren pueda llegar, lo antes posible, hasta esta población serrana, lo que posibilitaría la realización de múltiples recorridos por esta zona, y que el trazado de esta línea ferroviaria, hoy en desuso, se reconvierta, en la medida de lo posible en una “vía verde”, de la que tan escasos estamos en nuestra Comunidad. Sería beneficioso que el Proyecto Ecorail, que trata de dar alternativas de ocio a las vías férreas en desuso actuara sobre ésta. Por ello, con la descripción de este recorrido, deseo poner de manifiesto que aún es posible un uso alternativo para el ocio del tramo Colmenar-Miraflores. Desde la estación de Colmenar Viejo, existe un camino que discurre en paralelo a la vía. Debía tratarse de un camino de servicio para reparaciones. El caso es que es ideal para realizar paseos a pie o bicicleta, al carecer de desnivel y ser apto para todo tipo de aficionados. El tramo en cuestión, posee una longitud de veintitrés kilómetros y discurre por parajes con excepcionales vistas de la Sierra de Guadarrama, en concreto de la Pedriza, de la Hoya de San Blas, Valle de la Morcuera y Bustarviejo. Vemos siempre, a nuestra derecha, el Cerro de San Pedro. Un aspecto a destacar es el cruce de la línea de Alta Velocidad de Valladolid, que atraviesa la Sierra de Guadarrama, dando un toque modernista al entorno. En ocasiones, el trazado discurre horadado en la roca, con los típicos taludes ferroviarios que nos protegerán de los vientos típicos de esta zona cercana a la sierra. Pasamos por dos estaciones, por el Centro Penitenciario de Soto del Real y atravesaremos un túnel de 122 metros que, aunque no hará que perdamos nuestra visibilidad, si la reducirá notablemente. Una vez lleguemos a la estación de Miraflores, abandonamos la línea férrea, que continúa hacia Bustarviejo, para tomar la Cañada Real Segoviana. Más tarde, nos dirigimos hacia Soto del Real para tomar el carril bici en dirección hacia Colmenar. A la altura de una gasolinera, junto a la estación de tren de Manzanares-Soto, volvemos a nuestra peculiar “vía verde” para regresar hasta la estación de origen. Aquellos que no deseen tomar esta alternativa, pueden regresar desde Miraflores por el mismo camino de la ida. Además de no tener pérdida es más llano que el trazado propuesto. Ninguna de las opciones barajadas posee tramos de especial complicación. El único dato a tener en cuenta es que, al discurrir el camino junto a la línea férrea, existen lugares donde abundan las piedras características del ferrocarril, lo que hará que la circulación por éstos no sea todo lo cómoda que cabría pensar. Con respecto al agua, decir que los puntos de avituallamiento serán, la gasolinera junto a la estación de Manzanares-Soto, la estación de Miraflores y el paso por el propio pueblo de Soto del Real, situados estratégicamente, lo que redundará en un óptimo abastecimiento de líquido a lo largo del trazado. |
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El recorrido por el Parque Eólico del Monte de Las Navas nos servirá para conocer, más de cerca, este método de obtención de energía eléctrica a partir del aire de una forma ecológica, que hará que nos sintamos “los quijotes del siglo XXI”. El parque eólico de la Sierra de Malagón, propiedad de ENDESA, está constituido por tres parques unidos: Navas del Marqués, El Navazuelo y Altos de Cartagena. Dispone de 74 aerogeneradores con una potencia unitaria de 660 kW. Su altura, hasta el buje de las aspas, es de 43,5 m, siendo la longitud de cada pala de 21 m y su composición es de fibra de vidrio. Poseen una superficie de barrido de 1661 m². Así, la potencia total del parque asciende a 48,8 MW, y su producción eléctrica anual de unos 115.000 MWh, equivalente al consumo de 28.750 familias, evitando la emisión a la atmósfera de unas 86.000 toneladas de CO². Después de estas cifras, que nos ayudarán a comprender mejor el porqué de este tipo de energía, os invito, a recorrer la zona para comprobarlo en persona y que os sintáis, como me ocurrió a mí, unos “ciclo-caballeros andantes” a lomos de nuestros “rocinantes metálicos”. Sin duda será un recorrido en el que podréis sentir unas sensaciones especiales. Comenzamos el recorrido en la estación de Santa Mª de la Alameda, en la continuación de la línea C-8a del Escorial. Pasamos por la colonia del Pimpollar y atravesamos el río Cófio, junto al puente de Recondo. Después de cruzar la carretera de Ávila, contactamos con otra que une Valdemaqueda y Las Navas, la cual seguimos en dirección a esta población. Después de volver a cruzar la carretera de Ávila nos dirigimos hacia el pueblo, para atravesarlo y llegar hasta el Palacio-Castillo de Magalia y el Convento de Santo Domingo y San Pablo, entre otros. Salimos por el lado opuesto al que entramos para dirigirnos a la Sierra de Malagón, donde se ubica este parque eólico que ya tenemos ante nuestra vista. De momento, los aerogeneradores pueden parecer pequeños pero, a medida que nos vayamos acercando se aprecia su grandiosidad y fuerza. Ya entre éstos, pedaleamos por la pista asfaltada que discurre a lo largo de la superficie que ocupa el parque, pudiendo comprobar, a la derecha, el embalse Presa del Agua, que forma el río Valtraviés. El final de este parque, en el sentido realizado, coincide con la carretera AV-501, que tomamos para llegar hasta Navalperal de Pinares. Al pasar junto a esta población tenemos la alternativa de tomar el tren en su estación, acortando el trazado propuesto. Continuamos por la carretera hacia San Bartolomé de Pinares para llegar hasta el Canto de Benavides, donde iniciamos el regreso hacia la estación de Las Navas del Marqués, finalizando el recorrido. Tenemos la posibilidad de fraccionar el trazado en dos partes, si las fuerzas no son las adecuadas. La primera se establece hasta la estación de Navalperal de Pinares y la segunda desde esta estación hasta la de Las Navas del Marqués o la continuación a Santa Mª de la Alameda. El itinerario discurre por pistas forestales y carreteras secundarias, y respecto al agua, la podremos encintrar en las poblaciones y en alguna fuente, aunque no está de más ser previsores al respecto. |
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El Monte del Pardo es el espacio ecológico de especial protección más grande que posee el municipio de Madrid. Es, además, el coto de caza nº 1 de España y el lugar de residencia de la Casa Real. Gran parte de éste se encuentra cerrado al público, dada su especial protección, pero existe una zona abierta al uso y disfrute de los ciudadanos, que es utilizada para la comunicación entre el barrio de El Pardo con la capital. Esta zona es por la que vamos a circular en el recorrido propuesto, teniendo ocasión de poder disfrutar de alguno de los muchos ciervos que habitan este espacio. El itinerario propuesto se realiza siguiendo el perímetro de esta zona abierta al público. No obstante, existen multitud de caminos interiores que se dejan para la iniciativa particular de cada uno. Comenzaremos en la estación de Pitis, perteneciente a las líneas C-7 y C-8 de Cercanías. Nos dirigimos hacia la entrada a este espacio por la carretera de Fuencarral. Siguiendo siempre la valla metálica de la zona de protección, llegamos hasta el dique de la Presa del Pardo. Proseguimos hasta el núcleo habitado para discurrir junto al cauce del río Manzanares, que lo atraviesa de norte a sur. Al pasar bajo la línea férrea, nos dirigimos hasta el Palacio de la Quinta, donde podremos visitar sus extraordinarios jardines para, siempre junto a la tapia, regresar hasta el punto por donde accedimos y a la estación de origen. Se trata de un recorrido apto para todos los niveles, aunque hay alguna zona, sobretodo hasta llegar a la presa, donde las subidas y bajadas con excesivo desnivel harán que tengamos que descender de la bicicleta, pero esto no debe ser excusa para la no realización del trazado, pues el resto es menos exigente, además de agradable. Podemos aprovechar, al pasar junto al núcleo de población, para hacer una visita a la Iglesia del Cristo del Pardo (que queda a nuestra derecha), o al Palacio (a la izquierda), completando la visita cultural a la zona. Especialmente grato es el paseo junto al cauce del río Manzanares, hoy convertido en senda medioambiental. Los caminos, salvo la zona referida anteriormente hasta el dique de la presa, están en buen estado y sólo habrá que reseñar las zonas arenosas que podamos encontrar, en especial en épocas de escasez de lluvias, donde nuestro vehículo pudiera quedar atrapado. Respecto al agua, no debemos tener excesivo problema, pues hay varios puntos de abastecimiento que serán indicados convenientemente. Las épocas recomendables para transitar por la zona son primavera y otoño, donde podremos apreciar distintos matices de color que la vegetación otorga a este lugar, aunque es idóneo para la realización durante todo el año, dada su cercanía a la capital. |
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En esta ocasión vamos a realizar un recorrido por los Valles de Rascafría y de Morcuera, atravesando la Sierra de Guadarrama por el puerto del mismo nombre. En el recorrido del Puerto de Malagosto, también tuvimos oportunidad de transitar por el Valle de Rascafría, pero por su zona norte. En este caso lo realizamos por el lado sur, hasta llegar al Puente del Perdón, junto al Monasterio del Paular. Comenzamos la ascensión al Puerto de Morcuera por el conocido como Camino del Purgatorio, hasta llegar a un albergue de la Comunidad de Madrid, donde contactamos con la carretera. Llegados al Puerto de Morcuera, punto culminante de nuestra ascensión, podemos divisar su embalse y, algo más abajo, el pueblo de Miraflores de la Sierra. Descendemos con cuidado por la carretera durante unos dos kilómetros, para tomar, a la derecha, una pista que sale tras una barrera. Seguimos el camino tras ella que concluye en otra barrera. En un punto de este descenso se contacta con el recorrido de la Hoya de San Blas, pudiendo tomar como alternativa este trazado. Pasada la barrera se llega a un cruce donde tenemos otra alternativa para concluir por un itinerario, que será detallada oportunamente. El que proponemos, pasa junto al dique del embalse de Los Palancares y finaliza en la carretera de Soto a Manzanares el Real. Al otro lado, sale un camino, que va paralelo a ésta, y que termina junto a una gasolinera. Se trata de la Cañada Real Segoviana. Después de pasar junto al cementerio y cruzar el embalse se comienza a ascender de nuevo. Ya arriba, tenemos la opción de concluir en la estación de Colmenar, según el trazado descrito en el recorrido n º 20 o continuar por la Cañada Real en dirección a Villalba, pasando por Moralzarzal donde podremos realizar el último avituallamiento. Este largo, y exigente trayecto, sólo será posible realizarlo si antes hemos preparado nuestra forma física adecuadamente, aunque se ofrecerán varias alternativas para acortarlo, si fuera necesario.Los caminos y pistas forestales utilizadas están en buen estado y no requieren de técnicas especiales. El único coeficiente de dificultad lo dará el kilometraje, la ascensión hasta el Puerto de La Morcuera y la climatología. Con respecto a los puntos de abastecimiento de agua, se indicarán convenientemente, no debiendo suponer problemas. |
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El Valle de La Pedriza posee, desde hace bastante tiempo, un grado de protección ecológica especial dentro de la Sierra de Guadarrama. Es, además, lugar de nacimiento del río Manzanares, el más emblemático de nuestra Comunidad. Comenzamos en la estación de Collado Mediano que es una de las más cercanas. Llegamos a Navacerrada y, posteriormente, a Matalpino, donde tomamos la pista de tierra que nos dejará en la entrada a esta zona. Pasada la barrera, nos adentramos en el valle tomando la pista asfaltada de acceso a los aparcamientos, hasta coronar un collado entre los Picos de La Higuera, descendiendo a la zona del aparcamiento. A la derecha discurre del río Manzanares, que forma distintas charcas apreciadas por los excursionistas. Al pasar otra barrera, que impide el paso a vehículos motorizados, se circula por un camino de tierra. Una vez atravesado el río por un puente, comienza una sinuosa ascensión hasta la zona de buitreras, donde se ofrece alimento a estas aves tan características de zonas rocosas. Es un excelente observatorio del valle. A la derecha, sale una pista que concluye en la pradera de La Nava, que es el punto más alto del valle al que puede accederse en bicicleta, siendo necesario retornar a este punto. Esta opción podemos escogerla si poseemos las fuerzas necesarias, teniendo en cuenta el lugar de llegada. Nuestro camino discurre por la zona más alta, mientras descendemos y ascendemos contemplando las extraordinarias vistas del valle. Pasado el arroyo de la Condesa (punto de nacimiento del Manzanares), se llega a un estratégico mirador situado en el Collado de los Pastores. Este lugar es una zona de obligada parada para ciclistas y excursionistas, donde es posible disfrutar de diferentes vistas del valle. Comenzamos un rápido descenso por las denominadas “zetas de La Pedriza”, donde será necesario extremar la precaución debido a la velocidad que se adquiere y al posible tránsito de excursionistas, además de la existencia de roderas y piedras sueltas. El camino termina en una bifurcación de pistas. La de la izquierda, desciende hasta la zona de aparcamientos interiores por la que pasamos al comienzo. Continuamos por la de la derecha, que pasa por una zona de merenderos para descender hasta la pista por la que accedimos al valle, a un kilómetro de la entrada. Al salir, tomamos dirección a Manzanares el Real, cruzando la carretera de Cerceda a Soto del Real. Pasamos junto al cementerio y sobre el embalse de Santillana (punto de contacto con los recorridos nº 16 y 20). El trazado que resta es coincidente con el recorrido n º 16, para dar por finalizado este gran, y atractivo, trazado que concluye en la estación de Villalba. La dificultad la otorga la cantidad de kilómetros a realizar, así como a la diferencia de cotas, algo que redundará en su calificación alta y sólo apta para aficionados con recursos físicos. Otra opción es la utilización del coche hasta la entrada al Parque, iniciando el recorrido en este punto, lo que reduciría, en gran medida, el kilometraje y esfuerzo a realizar. En este caso, podríamos efectuar la subida propuesta a La Nava, como alternativa para completar el recorrido por el valle y poder admirar las vistas desde esta zona situada a 1950 metros de altitud. En lo que respecta al agua, no habrá problemas, debido a la existencia de varios puntos de abastecimiento y diferentes manantiales donde surtirnos de pura agua de montaña. |
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La zona norte mantiene viva la historia acuífera de nuestra Comunidad. El Canal de Isabel II posee grandes infraestructuras, con algo más de siglo y medio de antigüedad: el Canal del Atazar, el Alto y Bajo del Jarama, el de Guadalix, el del Vellón, etc... todos ellos testigos de los esfuerzos por dotar a la capital de ese elemento tan vital en nuestras vidas. El propio nombre de Madrid (Magerit para los árabes, significa “lugar de aguas”) está, intrínsecamente, unido a este líquido elemento. Hasta mediados del siglo XIX el abastecimiento se realizaba por medio de los llamados “viajes del agua”, que consistía en una red de galerías, excavadas bajo tierra, que enviaban el caudal subterráneo a unos determinados puntos de la ciudad. Los madrileños tenían que ir a estas fuentes para obtenerla mientras que los llamados “aguadores”, eran los encargados de su distribución por las casas. Pero fue necesario buscar soluciones para dotar de mayor cantidad de agua a los madrileños y se optó, en 1851, por construir el primer embalse para abastecimiento de agua potable, la presa del Pontón de la Oliva, que obtenía las aguas del río Lozoya, y que no llegaron a Madrid hasta 1858. A ésta, le siguieron El Villar, Puentes Viejas, Riosequillo, El Vado, Pinilla, Pedrezuela, El Atazar, etc,... En la actualidad, Madrid cuenta con un total de 14 embalses. El recorrido que se propone, utiliza parte de los caminos de servicio del CYII para descubrir esta historia viva del suministro de agua. En el trazado propuesto se seguirán tres grandes vías de distribución de agua: Canal del Atazar, Canal Alto y Canal Bajo del Jarama. El principal atractivo radica en la cantidad de acueductos que encontramos a nuestro paso, construidos para salvar los sucesivos desniveles de terreno, con curiosas formas y no menos nombres. Para la ida, seguiremos el Canal Alto del Jarama y el del Atazar, alcanzando el río Guadalix. Para el regreso discurriremos junto al Canal Bajo del Jarama, que nos conducirá hasta la ETAP (Estación de Tratamiento de Agua Potable) del Bodonal, en Tres Cantos. La totalidad del trayecto se realizará por caminos asfaltados o de gravilla, por lo que se hace ideal para todo tipo de aficionados y épocas. Además, a lo largo del itinerario, se irán puntualizando diferentes atajos para aquellos que deseen acortar el recorrido propuesto. Podrán realizarse hasta tres recorridos, cuyos kilometrajes irán en aumento, hasta completar todo el itinerario descrito. La paradoja la tenemos, precisamente, con el agua porque, a pesar de seguir las conducciones donde está presente este elemento, no nos será posible su abastecimiento. Debemos contar con este inconveniente a la hora de realizar el recorrido, máxime en épocas calurosas, siendo previsores al respecto. Si, después de haber completado el itinerario marcado, deseáis circular por otras conducciones del CYII, os recomiendo mi primera obra, titulada “EL CYII EN BICICLETA”, donde podréis encontrar diez recorridos que utilizan las principales conducciones de abastecimiento de agua, editado, asimismo, por la Comunidad de Madrid. |
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El Puerto de Navacerrada es el más conocido de todos los pasos de la sierra madrileña. Ya sea porque es el acceso a lugares como la Granja, el Paular o Segovia, entre otros, por estar en el límite entre la Comunidad de Madrid y Segovia, o porque posee una estación de esquí, lo cierto es que no podemos omitirle a la hora de confeccionar estos recorridos. Está situado junto al pico de Bola del Mundo, de 2.258 m, conocido por todos los madrileños por contar, en su vértice, con una estación de transmisiones hacia la que se dirigían las primeras antenas de televisión. Comenzamos el recorrido partiendo de la estación de Cercedilla, en la línea C-8b de Cercanías. Se asciende por el camino del Calvario, para llegar al Embalse de Navalmedio, donde la subida nos dará un respiro. Cruzado el río del mismo nombre, pasamos por la Pradera de Las Cortes y se retoma la subida para pasar junto al Pino de la Cadena, colocada en 1924 por Ricardo Urgoiti, propietario del diario El Sol, en honor a su padre recién fallecido. Después de un tramo de descanso, a la altura del Ventorrillo, volvemos a ascender, siguiendo unas arquetas de alcantarillado con tramos de fuerte subida y piedras sueltas. Por fin se contacta con la estación del Puerto de Navacerrada. Existe la opción, para aquellos aficionados que carezcan de las fuerzas necesarias para emprender esta subida, de tomar el tren que accede hasta esta estación y unirse en este punto, dado que no acaba aquí la subida, porque dicha estación dista algo más de dos kilómetros del puerto. Accedemos a la carretera, para subir por ella, con precaución, el tramo final. Hemos llegado a nuestro objetivo y a partir de este punto se nos abren varias alternativas: para los más osados realizar la subida hasta Bola del Mundo, para la que hay que estar preparados físicamente; tomar el Camino de Schmidt, que nos comunica con el Puerto de La Fuenfría; o continuar por el trazado propuesto. En ese caso, pasando junto al cuartel de la Guardia Civil y del telesilla, parte el camino que nos subiría hasta el Pico de Bola del Mundo (sólo para expertos). A la derecha, sale otro que se dirige al Collado de Las Cabrillas. Es un sendero de montaña. con piedras sueltas, que nos hará descender de la bici en algún tramo. Llegamos a la Cuerda de Las Cabrillas, con vistas de Bola del Mundo y La Maliciosa. También podemos divisar los valles de La Barranca y de Navalmedio, así como el Puerto de Navacerrada, que ya hemos dejado abajo. Recorremos durante unos metros la cuerda para descender hasta un collado y tomar un sendero de montaña, que deberá realizarse a pie, entre los piornos y hacia el lado del Valle de La Barranca, hasta contactar con otro sendero con una tubería de hierro, que seguimos a la derecha, descendiendo con algún tramo complicado que debemos efectuar a pie. A su conclusión, se llega al Mirador de Las Canchas, en la pista central del Valle de La Barranca, donde podrán divisarse otras vistas de excepción. Continuamos por el camino que recorre el valle, teniendo precaución en la bajada que nos invita a tomar velocidad, hasta llegar a los dos embalses que hay junto al hotel situado en la entrada. Por la carretera de acceso nos desviamos, tras un sanatorio en ruinas, para llegar a la carretera de acceso al puerto de Navacerrada, a la altura del restaurante Fonda Real. Cruzando la carretera con precaución, se contacta con la pista de acceso al embalse de Navalmedio, que podemos coger para atajar. En nuestro caso, se toma un camino de tierra que sale a la derecha, con una rejilla en el suelo. Al final se contacta con el de ida, para realizar el camino inverso hasta llegar a la estación de origen. Respecto al estado del terreno, se alternarán las pistas forestales en buen estado con senderos de montaña, pero el recorrido merece la pena dadas las vistas que podemos obtener, aun a costa de descender, a tramos, de nuestra bicicleta. Por lo que se refiere al agua, encontraremos varias fuentes a lo largo del recorrido, que harán que este elemento no sea determinante a la hora de la dureza. |
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Se denomina La Hoya de San Blas al valle situado entre los de La Pedriza y Miraflores o Morcuera. Otros lo denominan Hueco de San Blas o, simplemente, San Blas. Esto se debe a que, en su parte central, sobre una roca, se encuentra una pequeña ermita consagrada a este santo que data del siglo XVII. Cuenta la leyenda, que en esta zona existía un poblado. Un día, cayó una salamanquesa en una olla de comida y todo el poblado murió envenenado. Desde entonces nadie quiso vivir allí nunca más. En la actualidad, el día 3 de febrero, festividad de San Blas, los habitantes de Miraflores se desplazan hasta este lugar en romería. Geográficamente, está separado de la Pedriza por la Peña del Yelmo y el Cerro de los Hoyos. En su parte norte por La Cuerda Larga, el Cancho de la Herrada, el Collado de la Ventana, el Cerro del Nevazo, el Alto de Matasanos y el de La Najarra, este último compartido con el Valle de La Morcuera. En su parte central se encuentra el embalse de Los Palancares, formado por el arroyo del Mediano, el principal del valle, que se junta con el Manzanares algo más abajo, en Soto del Real. Para proceder a recorrer el valle, partiremos de la estación de Colmenar Viejo, en la línea C-4 de Cercanías. El primer tramo se realiza siguiendo el trazado del recorrido nº 13. Al llegar a la estación de tren, de Miraflores se enfila la cuesta que llega hasta el pueblo. Ya en el centro de la localidad, se toma la carretera que sube al Puerto de Morcuera y, a escasos metros, se toma un desvío que se separa a la izquierda. Pasada una fuente, se accede a una pista utilizada para subir hasta el puerto pero por caminos de tierra. Pasada una barrera, en la primera curva de la pista, se toma otra que sale en sentido descendente. Comenzamos a introducirnos en el valle en cuestión. Después de una sucesión de subidas y bajadas, llegamos a otra bifurcación de pistas forestales. La de la derecha, sube hasta el Risco de San Pedro, donde concluye. Tenemos la opción de regresar a este punto o, para aquellos intrépidos, descender por un camino “trialero”. En el primer caso, se desciende por la pista de la izquierda, realizando un trazado que recorre todo el valle. En un punto determinado contacta, por la derecha, el camino utilizado por los osados que desciende desde el Risco de San Pedro. Pasamos otra barrera y rodeamos el embalse de Los Palancares, contactando con el GR-10 del comienzo. Al llegar a la carretera N-608, se cruza y, al otro lado pasa la Cañada Real Segoviana, con un camino que discurre entre la carretera y el embalse, con bellas vistas. Ya en la población de Manzanares el Real, nos dirigimos hasta el cementerio para atravesar el embalse y comenzar la ascensión por el Cordel de Navacollados. El último tramo es coincidente con los recorridos nº 16 y 17, pudiendo finalizar en la estación de Villalba. En nuestro caso, seguimos el Cordel de Fuente de las Liebres hasta contactar con el río Manzanares, junto a la M-607. Nos resta tomar el Canal de Santillana para contactar con el camino de la vía de tren del inicio, que seguimos en sentido inverso hasta la estación de origen. Los caminos utilizados se encuentran, en general, en buen estado. Sólo habrá que tener precaución con el tramo que discurre junto al embalse y la carretera N-608, que en época de lluvias podría tener excesivo agua, por lo que la opción pasa por tomar la carretera. Respecto al agua, no deberá existir problema dado que se pasa por una serie de fuentes a lo largo del trazado que hacen que podamos abastecernos de este elemento tan fundamental. |
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En este recorrido, vamos a realizar un paseo por las praderas y valles de los pueblos serranos de la zona noroeste de nuestra Comunidad. Se circula por zonas desconocidas, aunque cercanas, descubriendo senderos y caminos pero teniendo siempre la Sierra de Guadarrama como referente. Partimos de la estación de Cercedilla pero pronto, al pasar sobre las vías del tren, nos adentramos en el término municipal de Los Molinos. Nuestro primer objetivo será el embalse de Los Irrios, hoy en desuso, desde donde se tienen unas espléndidas vistas de las praderas por las que vamos a circular. Comenzamos un descenso, con tramos de piedras sueltas, para pasar por Prados Monteros, un picadero de renombre en la zona. Posteriormente, tras pasar bajo un gran tendido eléctrico, se pasa junto a fincas de reses bravas hasta contactar con la pista que se dirige a la ermita de la Virgen del Espino, donde será obligado realizar una parada. Más tarde, se pasa junto al cementerio de Los Molinos y la urbanización Cerca de La Mora. Al cruzar la M-622, se atraviesa el río Guadarrama, que por estos lugares más parece un arroyo. Posteriormente, se contacta con la M-614 para tomar un bonito sendero que nos llevará hasta la M-623. Al otro lado un amplio camino, que circula entre los lindes municipales de Collado Mediano y Guadarrama, nos transportará hasta la M-619, contactando con las primeras casas de Alpedrete, donde, por una vía pecuaria, llegamos hasta la N-VI. A partir de aquí, debemos tomar el asfalto para cruzar la autovía teniendo la opción de terminar en la estación de Los Negrales o continuar hasta la de Villalba, en la que daremos por concluido el trayecto. Los caminos por los que circulamos son, en general, amplios y están en buen estado, con algunas zonas de piedras en el inicio, aunque pueden pasarse a pie. Hay que hacer especial hincapié en que, en épocas de lluvias, parte del trazado pudiera tener agua y barro, algo a considerar. Con respecto al agua sólo la encontramos en la fuente existente junto a la ermita de la Virgen del Espino pero, al pasar por las urbanizaciones, será posible adquirir líquidos en bares o establecimientos de alimentación existentes. |
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Este recorrido tiene por objeto recorrer la vía verde más reciente de la Comunidad de Madrid “La Vía Verde de Arganda” que discurre por el antiguo trazado del tren que, partiendo de la localidad de Arganda del Rey, comunicaba con el de Tajuña en la localidad de Morata de Tajuña, utilizado para el transporte de frutas y hortalizas a Madrid. Además, se aprovecha para discurrir por la cuenca del río Tajuña, contactando con el Jarama y Tajo hasta la localidad de Aranjuez. Como estación de inicio puede tomarse la de Vicálvaro, en la línea C-7 de Cercanías. Dicha estación coincide con la de Puerta de Arganda, perteneciente a la línea L-9 de Metro, tomando este transporte, por vez primera en los trazados, hasta la localidad de Arganda donde se comienza a pedalear. La primera parte se realiza siguiendo la vía verde, anteriormente citada, hasta la localidad de Morata de Tajuña, donde se contacta con la Vía Verde del Tajuña que concluye en la localidad de Ambite, pasando por Perales de Tajuña, Tielmes, Carabaña y Orusco. También puede tomarse la “Vía Verde del Tren de los 40 días”, que conecta las localidades de Carabaña y Estremera. En nuestro caso, en la localidad de Morata de Tajuña discurrimos en sentido opuesto, para seguir el cauce del río Tajuña hasta su desembocadura con el Jarama y, posteriormente, con el Tajo para finalizar en la localidad de Aranjuez. Es un trazado apto para todo tipo de público, al carecer de pendientes excesivas, teniendo tan sólo en la distancia la única dificultad. El tipo de terreno es aceptable, dado que en la primera parte se circula por una vía ciclista adaptada y, desde Morata de Tajuña se utilizan caminos carreteros y de circulación de vehículos agrarios. La última parte discurre según el trazado de la Senda Galiana hasta las cercanías de la localidad de Aranjuez, donde los anchos caminos con abundante arbolado son los predominantes. El agua potable no estará presente, y tan sólo podemos avituallarnos de este elemento en la localidad de Morata de Tajuña, en la mitad del trazado. |
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El trazado discurre por el extremo más al sur de la Comunidad, teniendo a la estación de Cercanías de Aranjuez como inicio y final del mismo. Merece la pena admirar esta estación ferroviaria, única en la Comunidad de Madrid por su arquitectura y decoración, aunque se encuentre algo deteriorada. Los primeros metros del trazado servirán para descubrir el entorno del Palacio Real de Aranjuez y su entorno. Lamentablemente no es posible circular por los jardines que lo envuelven en nuestro vehículo ecológico, por lo que debemos dejarlos para otra ocasión. Después de un paseo para realizar fotografías, se vuelve de regreso a la estación, discurriendo de nuevo por la carretera M-416 que, tras pasar junto al cementerio, contacta con la A-4. Es posible circular por un carril bici existente en paralelo. El primer tramo es totalmente llano, con escaso tráfico de vehículos, que también se utilizará para el regreso. Pasada la A-4 y la R-4, nos desviamos para contactar con el Canal del Jarama (que algo más adelante se denomina Canal de las Aves). El recorrido es llano y zigzaguea paralelo a los trazados del AVE y del río Tajo, que llevamos a la derecha. Pasados unos kilómetros, el nuestro canal pasa bajo el tendido ferroviario y se junta algo más al río Tajo, discurriendo ahora junto al soto de éste. Se cruza la carretera CM-4004 y, más tarde, se contacta con la N-400, discurriendo junto a ella hasta la estación ferroviaria de mercancías de Algodor, que pertenece al Ferrocarril de Castillejo y posee escaso tráfico, a la que bordeamos. Atravesado el río Tajo por un puente ferroviario de hierro (sin tránsito aparente) se llega a una ermita situada junto a una central térmica. Se toma la CM-4001, durante unos metros, para desviarnos a la izquierda hasta contactar con otro canal, por el que regresamos desde la Comunidad de Castila La Mancha. Volvemos a cruzar la CM-4004, junto a la localidad de Añover de Tajo, y la CM-4001, llegando de nuevo al río Tajo que nos depara una sorpresa. ¡Debemos cruzarlo en una barcaza tirada por nuestras propias manos! Este medio de transporte, hoy en desuso, era utilizado antaño para unir las poblaciones de Añover y Aranjuez, al carecer de puentes. Hoy en día no deja de ser una atracción curiosa. Si no fuera posible el paso (algo improbable), la opción pasa por utilizar la carretera que cruzamos anteriormente (CM-4004), en un atajo que se detallará convenientemente. Al otro lado del río se contacta, de nuevo, con la Comunidad de Madrid, para circular por una carretera en mal estado que nos devolverá a la utilizada al comienzo del recorrido, que utilizamos para llegar a nuestro destino. Por las características de la zona no es recomendable su realización en épocas calurosas. Además, no podremos encontrar fuentes ni zonas de aprovisionamiento de líquido, por lo que debemos ser previsores al respecto. |
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El Puerto de Guadarrama es el paso más tradicional entre la Comunidad de Madrid y la de Castilla-León además de lugar por donde la N-VI atraviesa la Sierra de Guadarrama. También es conocido por el Alto del León o Los Leones y, tiempo atrás, como Paso de Tablada. Debido a su escasa altura respecto a los demás, 1525 metros, se ha tomado, desde siempre, como paso obligado para atravesar la Sierra con vehículos motorizados. Esta escasa cota es el origen de que gran parte de la nubosidad proveniente de la zona noroeste, tienda a utilizar este paso para atravesar la cadena montañosa, lo que origina una climatología adversa gran parte del año, máxime en temporada invernal. Se sitúa entre los picos Cabeza Líjar y Peña del Arcipreste de Hita, y bajo él pasan los túneles de la autovía A-6. Nuestro punto de partida será la estación de Cercedilla. Circulamos por el llamado Camino del Arcipreste, que discurre por las laderas de La Peñota y de la Peña del Ciervo, dejando bajo nosotros la línea férrea que se dirige a Segovia. Esta ladera sur de la Sierra de Guadarrama hace posible su ascensión en épocas frescas, dada su exposición soleada, haciéndose más dura en épocas calurosas. Al acabar la subida, podemos visitar, a la derecha, la Peña del Arcipreste de Hita, homenaje a este gran poeta que describió la zona en su Libro de Buen Amor. Al pasar bajo un potente tendido eléctrico, circulamos bajo éste, en subida. Atravesamos el linde entre las Comunidades de Castilla-León y Madrid por el antiguo Paso de Tablada, único de la zona antes de la realización del actual, e iniciamos el descenso por un bonito sendero con alguna que otra piedra. Concluimos en una ancha pista forestal, por la que llegamos a la N-VI. Subimos por ésta, extremando la precaución debido al gran tránsito de vehículos y, en apenas 2 kilómetros, habremos llegado al puerto objetivo de nuestro trazado. Ahora tomamos la pista forestal del Valle de Enmedio, que se dirige a Peguerinos y, pasado el Centro de transmisiones del Ejército y de telecomunicaciones, tomamos otro sendero de montaña que desciende por la ladera de Cabeza Lijar, llegando de nuevo a la N-VI, casi a la entrada de San Rafael. Cruzamos dicha vía y, tras pasar la A-6 junto a los túneles, pasamos por el apeadero de Gudillos. Como no paran la mayor parte de los trenes, continuamos por un camino paralelo al tendido ferroviario que nos dejará en la estación de San Rafael, donde damos por concluida la ruta. Los caminos utilizados están en perfecto estado, con algún que otro tramo de especial dificultad en los senderos de montaña utilizados, debiendo extremar la precaución en la circulación por la N-VI. Con respecto al agua, pasaremos junto a una fuente y, en el puerto, existe un bar donde podemos adquirir líquidos, no teniendo excesivos problemas al respecto. |
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Debemos inculcar, sobre todo en los más pequeños, la realización de cualquier deporte. Si, además, éste se realiza en contacto con la naturaleza el objetivo se completa. Por ello, es recomendable invitarles a recorrer con nosotros distintos lugares que puedan resultarles atractivos. Como es lógico, debemos comenzar circulando por los alrededores de nuestro domicilio y, sólo cuando entendamos que están preparados para iniciarles en otros lugares, lo llevaremos a cabo. Por este motivo, vamos a incluir en la obra un apartado donde se oferten varios “mini recorridos” que, por su longitud y dificultad, están especialmente indicados para que nuestros hijos puedan realizarlos sin problemas. Para ello, se han escogido aquellos trazados que poseen un desnivel mínimo, con terreno en buen estado y que discurran por entornos atractivos. Casi todos los tramos propuestos son parte de algunos de los recorridos que aparecen en la obra, por lo que se recomienda, en primer lugar, la realización por nosotros de los mismos para comprobar su estado y no tener posibilidades de pérdida. Pero éstos no son los únicos itinerarios accesibles para nuestros hijos, sino tan sólo una muestra de algunos tramos entresacados de los que componen la obra. Estoy seguro que podrán ser completados por cada uno de vosotros con trazados de similares características, que sirvan para acondicionar a los más pequeños en la realización de otros con mayor dificultad. Como es complicado llevar a cabo un recorrido para los más pequeños desde una estación de tren, al tener que circular por calles con circulación de vehículos, el inicio y final de la mayoría de ellos harán indispensable la utilización de nuestro vehículo para el transporte. Sólo en alguno se dará comienzo desde estaciones de tren, para iniciarles en este medio, que estoy seguro les resultará, cuanto menos, especial y divertido. El estado del terreno por el que se circula no conllevará excesiva dificultad, aunque es posible que se aconseje, en algún tramo, descender de la bicicleta y realizarlo a pie, pero también es bueno acostumbrarles a entender la dualidad existente entre “ciclismo-senderismo”, algo habitual en los trazados por el campo. Debemos ser previsores respecto al agua, máxime cuando los niños nos acompañan, pues no en todos ellos será posible contar con este elemento en la frecuencia y cantidad deseada. No obstante, se detallará cualquier punto de abastecimiento existente. Sólo hay algo que resulta indispensable para que nuestros hijos realicen este deporte de una forma segura: “CONTAR CON EL USO OBLIGATORIO DEL CASCO” en todos los desplazamientos, para que vean un ejemplo en nosotros siempre que montemos sobre la bicicleta. Para hacer más fácil el seguimiento de los recorridos propuestos, se incluirá, además de la descripción pormenorizada, el perfil y el mapa, como se ha realizado en todos y cada uno de los que componen la obra, haciendo especial hincapié en los aspectos más importantes. Hay que recordar que, la salida con nuestros hijos al campo ha de servir para pasar ratos de diversión en contacto con la naturaleza, dejando aparcadas las prisas y disfrutando de cada momento, lo que redundará en un menor cansancio, tanto físico como psicológico, de los más pequeños. |
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Se proponen CINCO MINI CIRCUITOS: |
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- Minicircuito del lago de la Casa de Campo. - Minicircuito del río Manzanares y el Pardo. - Minicircuito del camino de El Escorial. - Minicircuito del embalse de Los Arroyos. - Minicircuito de Colmenar Viejo. |
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MINICIRCUITO DEL LAGO DE LA CASA DE CAMPO |
La Casa de Campo es el lugar que tenemos los madrileños para disfrutar
de un entorno privilegiado cerca de la capital. Por este motivo, es el
primero que podemos recorrer en familia. El recorrido que se propone
discurre junto al lago y al arroyo Meaques, hasta una zona de juegos
cercana. Aunque es básico, seguro que esta zona puede encerrar más de un
recorrido para disfrtar de la bicicleta en familia, apreciando el
entorno y las vistas de la capital. La vuelta la realizamos por el mismo lugar, aunque existen diferentes alternativas que seguro serán del agrado de los más pequeños, con mucha zona de sombra, sobre todo apreciada en épocas de calor. Aunque se propone salir desde el aparcamiento, también podremos utilizar el tren. La estación de Príncipe Pio está cerca y puede ser una opción recomendable para utilizar este medio de transporte que siempre recomiendo para las salidas. |
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MINICIRCUITO DEL RÍO MANZANARES Y EL PARDO |
Este recorrido servirá para conocer otro espacio de especial protección
cercano a la capital. Se trata del Monte del Pardo y, aparte de ser el
coto de caza n º 1 de España, también es el lugar donde reside la
Familia Real. Por estos motivos, gran parte del mismo se haya cerrada al
tránsito. No obstante, se transitará junto al río Manzanares, antes de
su entrada a Madrid, que se sitúa en una de las zonas abiertas al
público. Es el único itinerario que no posee una estación de tren lo suficientemente cerca como para que podamos utilizarlo con los más pequeños, por lo que se recomienda utilizar el aparcamiento que se sitúa junto al Club Somontes y la entrada a la Zarzuela. Desde este punto comenzamos en trazado, en el que siempre tendremos como compañero al río, que podremos seguir hasta el punto que consideremos, según nuestras posibilidades. En el itinerario propuesto se llega hasta el dique de la Presa del Pardo, aunque también podemos acortarlo. La vuelta también será por el mismo lugar, por lo que tendremos oportunidad de disfrutar doblemente, de nuestra visita a este río emblemático de nuestra Comunidad. |
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MINICIRCUITO DEL CAMINO DE EL ESCORIAL |
Este trazado que se propone recorre el antiguo camino de Villalba al
Escorial, reivindicado como paso histórico que algunos han querido
usurpar. Es un recorrido por la historia de estas fincas cercanas al
Escorial, donde emergían palacios y villas de nobles que deseaban
habitar cerca de la corte. Se inicia desde la urbanización Media Luna, desde donde parte el camino. También podemos utilizar el tren desde la cercana estación de Villalba, distante apenas 3 km. Es un trazado llano que pasa por la finca de Monesterio (no confundir con Monasterio), hoy asentamiento de cigüeñas. Se realizan varias marchas para reivindicar que este espacio siga protegido y su palacio restaurado. Cuando realicemos el trazado nos daremos cuenda del porqué. También se pasa por el embalse de Guatel, que bien merece una parada. Se concluye a la entrada del Camping de El Escorial. donde podemos tomar algo en el bar de la entrada. La vuelta se realiza por el mismo lugar, por lo que tendremos una doble visión de la Sierra de Guadarrama. |
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MINICIRCUITO DEL EMBALSE DE LOS ARROYOS |
En esta ocasión, el recorrido nos llevará a recorrer el pequeño y coqueto embalse de Los Arroyos, anexo al de Valmayor. Para iniciarlo, debemos trasladarnos a la estación de Las Zorreras, en la línea C-8b de Cercanías. Al salir de la estación, discurrimos por la avenida de los Arroyos, urbanización perteneciente al Escorial, discurriendo por un estrecho carril para bicicletas. Al final, en una rotonda, nos adentramos por caminos de tierra que atraviesan el polideportivo hasta contactar con el embalse, que a partir de ahora lllevamos siempre a nuestra derecha. Se llega a la carretera de acceso con la de Madrid -Escorial, circulando durante unos metros junto al arcén de ésta. Al llegar a la indicación del Club Naútico, la seguimos para llegar al dique de la presa, donde tenemos vistas de ambos embalses. Resulta un buen lugar para las obligadas fotos y contemplar las vistas. Continuamos por otro sendero la vuelta al embalse. Más tarde, el sendero discurre junto al arroyo Ladrón que es el que surte de agua al embalse, y al que cruzamos por un tramo con cierta dificultad. Al final, junto a una pequeña represa del río con bellas vistas del Monte Abantos, se contacta con la línea de tren, que nos llevará hasta la estación de origen. |
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MINICIRCUITO DE COLMENAR VIEJO |
Este último trazado discurre junto al antiguo trazado ferroviario de Madrid-Irún, hoy en desuso, pero que próximamente unirá Soto del Real con Colmenar y Madrid, por lo que podremos realizar más cantidad de recorridos por esta zona de la Comunidad. Si, previamente, se ha efectuado algún trazado descrito en el libro que utiliza este tramo, habremos podido observar que es apto para que los niños circulen por él mientras observan hermosas vistas de la Sierra de Guadarrama. En un punto, se cruza el Canal de Santillana. Dejamos nuestro camino junto a la vía para tonarle. Este canal conecta el embalse de Santillana o de Manzanares el Real con Madrid. Después de un tramo, se desciende hasta la carretera de Cerceda, que pasamos por debajo, para cruzar el río Manzanares por un puente medieval. Al otro lado un camino con la señal del Camino de Santiago, para lo que restan más de 600 km. En nuestro caso seguimos en paralelo al río hasta llegar a otro paso. Este punto es ideal para realizar una parada y retomar fuerzas. Ahora nos resta subir por la ancha pista que pasa bajo las vías del tren, donde retomamos el camino que nos volverá a dejar en la estación de Colmenar Viejo, donde iniciamos el recorrido. |
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